La parcela se encuentra en una zona alta y soleada. De geometría casi rectangular, coincidiendo con el eje mayor presenta una pronunciada pendiente en sentido naciente-poniente.

Se accede desde el borde oriental a través de un camino estrecho cuya pendiente supera ligeramente a la de la parcela. A unos cinco metros del borde opuesto, en cota algo más baja, discurre la carretera y en esta misma dirección, en forma de abanico, el paisaje ofrece las mejores vistas: muy cerca, la silueta de la iglesia parroquial recortada sobre la ría; más lejos, las Islas Cíes entre Monteferro y la península del Morrazo.

Las lindes sur y norte carecen de interés paisajístico y, por el contrario, disponen —a corta distancia y al mismo nivel de la parcela— de edificaciones sin interés destinadas a vivienda permanente.

La volumetría, una cuña absolutamente blanca, de una sola planta al este y dos al oeste, responde y se adapta a la topografía natural de la parcela para dar cabida al programa demandado por el promotor. En la planta 0 se encuentran los espacios de apoyo y almacenamiento, que se pueden utilizar como pequeño taller de música. En la 1ª planta se desarrolla el espacio principal de la vivienda, resolviendo la zona de salida del sol para la noche y la zona de puesta del sol para el día.

Todas las piezas tienen acceso directo al jardín/huerto exterior, a través de huecos colocados siempre en las extracciones matéricas del volumen general.